Mágico destino donde los ojos se deslumbran ante el arcoíris marino de siete azules, gracias a su origen volcánico y su barrera arrecifal. Paisajes submarinos llenos de vida y manglares que tiñen de verde y se hacen sala cunas de diminutos peces coloridos. Su cultura también se refleja en su arquitectura cuyo estilo permanece desde la colonia. Casas de madera caribeña y colorida ostentan tallas hechas a mano de peces y cangrejos que homenajean al mar.